Noche y Oscuridad presentes. El Reposo del Guerrero. Sueño bien cogido, al calor de sábanas y mantas. El confort es total, y nada te priva de saborear la tranquilidad nocturna: adelante fase delta, procedamos ya, fase REM iniciándose, adelante caballeros, procedamos, inmersión...Pero en realidad temo que vuelva a ocurrir: como cada día en su ocaso, temo a la Criatura que aparece de la Oscuridad Tenebrosa.
De repente mi mandíbula se mueve violentamente a izquierda y derecha, a través de sacudidas inesperadas de las sábanas y mantas. Alguien tira de ellas para desencajarme mis cóndilos mandibulares. Tras varias maniobras pro machaque mandíbular se instala una silenciosa calma, una tensa calma...Intento no desvelarme pero algo en mi interior me pregunta por la procedencia de estos cimbronazos mandibulares nocturnos, cada noche...El Miedo ya es un Amigo habitual, ¡oh Criatura de la Noche, llamada a destruir mis ansias de descanso! No hay miedo, espero el combate. Tranquilo, vuelve a la calma, retoma el sueño...
Me vuelvo a sentir a gusto, va todo bien, adelante fase delta, volvamos al camino hacia el sueño profundo...Podemos lograrlo aún...Inmersión.
Algo se mueve a mi izquierda, se me acerca, y de arriba a abajo contacta bruscamente con el lado izquierdo de mi cuerpo, me despierta del todo y me aterra, me provoca dolor; es un depredador nocturno, un Predator de la Oscuridad que me golpea desde mi cadera izquierda a mi hombro izquierdo, sin piedad, haciendo que me encoja y me retire despavorido de la zona central de la cama. Yo diría que es un codo, Un Codo Asesino, pero no me atrevo a mirar a mi izquierda. El Miedo ha vuelto.
De esta manera, desvelado, con miedo, y dolorido, he de continuar la noche, sin saber cuándo recibiré más achuchones súbitos, sin atreverme a abrir los ojos, implorando piedad por mis continuos pecados. ¿Quién eres y qué pretendes, oh Fierecilla de las Tinieblas?