14 Jan

Escribo para olvidar. Escribo para alejarme de todo. Escribo para dejar de pensar en lo inmediato, en lo cercano y en lo más alejado. Y lo consigo. Me gusta pensar que al final habrá salida.

Ya de vuelta, viaje a Lisboa agotador. Riadas de españoles nos hemos saludado en las interminables colas, nos hemos solidarizado con el sufrimiento del turista, y nos hemos amado y apoyado. Como en la canción del grupo del recientemente fallecido Scott Weiland, "Interstate love song ", ha habido una comunicación afectiva (inter-estatal) entre extremeños, gallegos, castellanoleoneses, andaluces y madrileños, fundamentalmente. 

Ese afecto recíproco ha sido un ejercicio de amor a la patria conmovedor, nadie mostraba impaciencia delante tuya, nadie se colaba en las largas esperas, nadie buscaba tu descuido para adelantarte por la izquierda o la derecha. En nuestro país sí nos hubiéramos colado entre nosotros, nos hubiésemos puteado, pero aquí en Lisboa no hay ánimo de fastidiar al paisano. Amor interestatal en Lisboa.


Por lo demás, las reflexiones de siempre, sobre todo en las zonas de servicio, cuando paras en medio de no sé dónde y existen también seres humanos interesados en descansar. La gente que pasa a mi alrededor, con las que me cruzo...¿A dónde irán?...¿Quiénes son?...¿Me los volveré a encontrar? ¿Por qué acabé comiendo en un restaurante mozambiqueño?

https://www.youtube.com/watch?v=yjJL9DGU7Gg

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